Los habitantes de las zonas rurales de Sajonia, Sajonia-Anhalt y Turingia siguen utilizando a menudo el coche en lugar del transporte público debido a la falta de servicios. "Cada vez hay más gente que se ha cambiado en las ciudades, pero no en el campo", afirma Mario König, Presidente de la Asociación de Empresas de Autobuses de Alemania Central. La razón es que el servicio en las zonas rurales es inadecuado. Por ejemplo, el viaje de ida al turno de noche de un empleado de producción es factible en transporte público, pero no así el viaje de vuelta por la tarde. "Esto significa que el cambio del coche al transporte público está descartado desde el principio", explica König.
Un billete mensual para el transporte público local en las zonas rurales no suele costar mucho más de lo que se cobra al mes por el Deutschlandticket, explicó König. "En principio, acogemos con satisfacción el Deutschlandticket, por supuesto, porque ha facilitado mucho el acceso al transporte público local gracias a la sencillez de la tarifa", dijo el presidente de la asociación. En las zonas rurales, sin embargo, no tiene el efecto deseado porque simplemente hay muy pocos viajes para hacer un uso óptimo de la tarifa sencilla.
¿Más pasajeros con el billete D? No en el campo
Muchas empresas de autobuses de Sajonia, Sajonia-Anhalt y Turingia se reúnen cerca de Halle el miércoles y el jueves con motivo de las XX Jornadas de Autobuses de Alemania Central para debatir cómo superar los retos en el campo. Se espera la asistencia de empresas privadas en particular, así como de empresas municipales que operan en zonas rurales.
"Debido al aumento de los costes, sobre todo de la energía, los servicios y las piezas de recambio, muchas de estas empresas ya están teniendo que plantearse cómo pueden mantener sus servicios actuales", afirma König. En las zonas rurales, la insuficiente oferta de servicios está provocando justo lo contrario de lo que se suponía que iba a traer la introducción del Deutschlandticket. "A saber: más pasajeros en el transporte público, también en las zonas rurales."
Las empresas no ven una dirección política clara
Destrozado, el sector necesita sobre todo dos cosas: dinero y seguridad en la planificación, según König. Aunque últimamente es más fácil encontrar personal adecuado, falta dinero para más viajes e inversiones, por ejemplo en nuevos autobuses con sistemas de propulsión alternativos, dijo el organizador de la Omnibustage, Tilman Wagenknecht. "Tenemos la sensación de que los políticos no saben muy bien qué dirección tomar. Eso nos complica la vida", añadió König.
Se espera que unas 300 personas asistan a las Jornadas Ómnibus. Se han previsto debates especializados, así como conversaciones con políticos. La reunión del sector estará acompañada y cofinanciada por expositores que presentarán allí sus productos. "Se trata de establecer contactos, por supuesto, pero también de debatir los retos a los que se enfrenta el sector y quizá encontrar soluciones juntos", dijo Wagenknecht. Uno de los momentos culminantes del evento será el homenaje a unos 35 conductores, algunos de los cuales llevan más de 25 años en la carretera sin sufrir un accidente.
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