Según Sachsenforst, hasta el momento no se han registrado daños importantes en los bosques del estado tras los vientos, a veces fuertes, registrados en Sajonia. Están bien preparados para posibles tormentas de otoño e invierno, dijo el portavoz Marco Horn. Los árboles que se encuentran a lo largo de las carreteras públicas se revisan con regularidad, no sólo después de las tormentas, sino durante todo el año.
Después de fuertes vientos, los forestales también revisan sus zonas para registrar los daños y despejar los caminos si es necesario. Los árboles caídos no siempre se dejan tirados. "En zonas como los parques nacionales, queremos proteger los procesos naturales. Sin embargo, en otros rodales -por ejemplo, en las grandes zonas de abetos- existe el riesgo de que los escarabajos de la corteza se desarrollen en la madera de las tormentas", explica Horn. Por eso, para evitar la infestación de plagas, esa madera se procesa rápidamente.
Los visitantes de los bosques deben tener cuidado con los vientos fuertes. "Por lo general, aconsejamos a la gente que decida por sí misma si realmente quiere entrar en el bosque". Porque quien entra en el bosque lo hace por su cuenta y riesgo.
El Estado Libre de Sajonia posee unas 209.000 hectáreas de bosque. La empresa estatal Sachsenforst se encarga de gestionarlos conforme a la ley. Además del aprovechamiento maderero, sus tareas centrales incluyen la conservación de la naturaleza, la reconversión forestal y la salvaguarda de la función recreativa.
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