Tras la contaminación del agua potable en Chemnitz, el proveedor Eins aún no ha dado el visto bueno. En concreto, se trata de una bacteria (Serratia fonticola) que se descubrió durante unas inspecciones a principios de mes. El lavado y la desinfección de las tuberías han surtido un primer efecto. Sin embargo, las muestras siguen sin dar "un resultado permanentemente estable y libre de gérmenes".
Los grupos de riesgo deben hervir el agua potable
Por tanto, las personas con sistemas inmunitarios gravemente dañados deben seguir hirviendo el agua potable. Según la información facilitada, esto afecta a las personas que se han sometido a trasplantes de células madre y órganos, pacientes en tratamiento de quimioterapia, personas con inmunodeficiencias congénitas o leucemia, así como recién nacidos y bebés prematuros. Una portavoz de la compañía no pudo comentar cuánto durará la interrupción cuando fue preguntada por dpa.
Red de tuberías de 1.500 kilómetros
Eins cuenta con una red de tuberías de agua potable de unos 1.500 kilómetros en Chemnitz. Incluye varios depósitos elevados y estaciones de bombeo. Con ellos se abastece de agua potable a unas 250.000 personas. El consumo anual es de unos 10,8 millones de metros cúbicos.
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