Miles de peces han muerto en el lago Modlany, cerca de la ciudad de Usti nad Labem (Aussig, en el Elba), al norte de la República Checa, debido a la falta de oxígeno provocada por el calor. Sólo el domingo, pescadores y voluntarios retiraron del agua 4,5 toneladas de peces muertos, según informaron el lunes las autoridades locales y la asociación de pescadores al portal de noticias "Novinky.cz". Los trabajos de limpieza continuaron a principios de semana.
El calor como desencadenante
Según Jan Skalsky, portavoz de la Asociación de Pesca de Bohemia del Norte, varios factores contribuyeron a la mortandad de peces. Incluso en condiciones meteorológicas normales, el agua está muy sedimentada y contiene muchas bacterias y algas. "A altas temperaturas, el suministro de oxígeno en el agua se reduce", explicó Skalsky. Esto hace que estos organismos mueran y se hundan hasta el fondo. "En el proceso, siguen consumiendo oxígeno, que literalmente succionan de toda la columna de agua"
Los pescadores disponen de medios técnicos para enriquecer el agua de los estanques con oxígeno. Sin embargo, esto no es suficiente para un volumen de agua tan grande. El lago de Modlany, en los límites del municipio de Modlany, cerca de la frontera con Sajonia, tiene una superficie de 41,6 hectáreas. Se formó a partir de una depresión de una antigua explotación de lignito.
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