Kimmich se queja al árbitro con éxito: "No es posible"

Joshua Kimmich salió inmediatamente en la foto. Y la persistente intervención del profesional del Bayern ante el árbitro Florian Badstübner acabó provocando que cuatro minutos después se anulara un curioso gol del Leipzig en el partido inaugural de la Bundesliga, y con razón.

"Me di cuenta de que el árbitro había pitado tras el lanzamiento de falta y el jugador (del Leipzig) se había marchado regateando. Pensé, eso no es posible", dijo Kimmich tras el 6-0 del campeón alemán y añadió, mirando al árbitro: "Al final, me alegro de que tuviera el valor de retirarlo".

Lukeba regatea en el saque de falta

¿Qué pasó en el minuto 66? Con el FC Bayern ganando 4-0, el partido hacía tiempo que había terminado cuando el profesional del RB Antonio Nusa metió el balón por debajo del travesaño desde un ángulo agudo. Pero Kimmich y otros jugadores y directivos muniqueses se quejaron con vehemencia al árbitro. El defensa del Leipzig Castello Lukeba había iniciado la acción con un lanzamiento de falta mal ejecutado. Sin embargo, muchos en el estadio ni siquiera se habían dado cuenta.

Kimmich sí. "Luego encajamos el gol y me quejé de ello. Luego se revisó no sé qué. Luego nos dieron el gol. Seguí quejándome y me sacaron tarjeta amarilla. Pero volvieron a revisarlo y lo anularon con toda la razón del mundo", declaró el capitán de la selección nacional.

"Era crucial quejarse ahí"

"Era crucial quejarse ahí", dijo Kimmich, admitiendo: "Probablemente me habría sacado una tarjeta amarilla porque fui relativamente persistente". Le dijo al árbitro "que el gol era un escándalo, que no era posible". Por eso fue bueno "que tengamos unas cuantas cámaras y asistentes en el estadio."

El director deportivo del Bayern, Max Eberl, elogió a Kimmich y compañía por intervenir ante el árbitro: "Si el equipo no hubiera reaccionado así, habría dado el gol." Eberl también informó de que tuvo contacto con Badstübner después del partido acerca de la escena. "Creo que estaba confuso, como todos nosotros", dijo Eberl. Y: "Está muy molesto".

Sin embargo, el entrenador del Bayern no quiso culpar al árbitro: "Que la situación lleve a un gol probablemente ocurre una vez en 10.000 tiros libres tan triviales. También se lo dije a Florian"