El club de fútbol de la liga regional Hallescher FC ha condenado los actos violentos ocurridos en el partido en casa contra el Chemie Leipzig. Según el HFC y la policía, numerosos petardos y cohetes del bloque visitante acabaron en otras zonas de espectadores y en el interior del estadio. Tras el pitido final, los seguidores de los anfitriones intentaron acceder por el centro del estadio al bloque de los visitantes, lo que la policía pudo impedir.
"El Hallescher FC condena toda forma de violencia. Las provocaciones, sean del bando que sean, nunca deben desembocar en enfrentamientos físicos o disturbios. Este tipo de escenas no tienen cabida en los estadios", escribió el club en un comunicado de prensa tras el empate sin goles entre ambos equipos.
"El club analizará detenidamente los acontecimientos en las próximas horas y días junto con las autoridades de seguridad, la empresa del estadio y los proveedores de servicios implicados", continúa. "La minuciosidad prima sobre la rapidez. El objetivo es clasificar claramente los incidentes, depurar responsabilidades y tomar medidas para evitar situaciones similares en el futuro"
La policía se desplegó con 480 agentes
En total, tres personas resultaron heridas y una tuvo que ser atendida en el hospital. La policía inició varias investigaciones, entre ellas nueve delitos de lesiones, cuatro delitos de daños materiales y una agresión a agentes de la autoridad, según la comisaría de Halle (Saale). La policía había desplegado 480 agentes, que también se ocuparon de enfrentamientos aislados en la ciudad tras el pitido final, aunque la llegada y salida de los aficionados transcurrió "sin incidentes graves".
El entrenador del Chemie, Adrian Alipour, declaró a MDR tras el partido: "No quiero hacer comentarios sobre eso ahora. Creo que esto se tratará en su conjunto. Cuando se haya abordado, habrá otras personas con las que hablar aparte de mí". Cuando se le preguntó, sin embargo, dijo que esas escenas, por supuesto, no eran deseadas.
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