A la hora de construir una infraestructura europea para la inteligencia artificial (IA), la red de microchips Silicon Saxony aboga por centrarse en los productos europeos. "Europa necesita algo más que IA. También necesita el control de su propia tecnología", dice un comunicado de la red.
En abril, la Comisión de la UE presentó un plan de acción con el objetivo de convertirse en líder mundial en IA. La Presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, había anunciado previamente una iniciativa para movilizar inversiones por valor de 200.000 millones de euros. El "Plan de Acción del Continente de la IA" despierta cada vez más interés, afirma Frank Bösenberg, Director General de Silicon Saxony. Las inversiones no deben pasar por alto la localización europea de semiconductores y tecnología.
La dependencia como riesgo competitivo
La dependencia de fabricantes no europeos se está convirtiendo cada vez más en un riesgo competitivo, advirtió Bösenberg. "No puede ser que Europa pague y el mundo suministre". Por ello, Silicon Saxony quiere perseguir, junto con el gobierno del estado de Sajonia, el objetivo de pensar desde el principio en toda la cadena de valor europea. El objetivo es fortalecer la experiencia industrial no sólo en Sajonia, sino en su conjunto.
"Cualquiera que planee gigafactorías de IA en Europa también debería centrarse sistemáticamente en los componentes de chips que ya se están produciendo actualmente en el mercado único europeo." Con unas sumas de inversión medias de tres a cuatro mil millones de euros por emplazamiento, no se trata de una cuestión técnica marginal, sino de una tarea central de la política industrial.
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