El proveedor Eins sigue sin poder dar el visto bueno a la contaminación del agua potable en Chemnitz. Según la página web de la empresa, todavía "no hay ningún resultado permanentemente estable y libre de gérmenes en las muestras". Tampoco está claro cómo llegó la bacteria "Serratia fonticola" a la red de agua potable. La investigación sobre la causa está en curso.
El germen ambiental fue descubierto durante unas inspecciones a principios de julio. A partir de entonces, el proveedor procedió a lavar y desinfectar diariamente su red de tuberías. Esto ha mejorado la situación - pero no hasta que se haya dado el visto bueno.
Los grupos de riesgo deben hervir el agua potable
Por lo tanto, las personas con sistemas inmunitarios gravemente dañados deben seguir hirviendo el agua potable. Según la información facilitada, esto afecta a las personas que se han sometido a trasplantes de células madre y órganos, pacientes en tratamiento de quimioterapia, personas con inmunodeficiencias congénitas o leucemia, así como recién nacidos y bebés prematuros.
Red de tuberías de 1.500 kilómetros
Eins cuenta con una red de tuberías de agua potable de unos 1.500 kilómetros en Chemnitz. Incluye varios depósitos elevados y estaciones de bombeo. Con ellos se abastece de agua potable a unas 250.000 personas. El consumo anual es de unos 10,8 millones de metros cúbicos.
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