El Gobierno de Polonia espera que los controles en la frontera con Alemania, que comienzan el lunes, tengan un impacto negativo en el tráfico de la región. "Somos conscientes de que habrá ciertos retrasos en la frontera", declaró el portavoz del Gobierno, Adam Szlapka, al portal Onet.pl. Sin embargo, el trabajo de los guardias fronterizos se organizará de forma que se minimicen las molestias.
Polonia tiene previsto introducir temporalmente sus propios controles en la frontera germano-polaca a partir del 7 de julio en respuesta a los controles fronterizos alemanes. Alemania ya realiza controles aleatorios en la frontera con Polonia desde octubre de 2023 para frenar la inmigración irregular. El ministro federal del Interior, Alexander Dobrindt (CSU), había ordenado controles fronterizos más intensivos poco después de que el nuevo gobierno federal tomara posesión en mayo. Al mismo tiempo, ordenó que los solicitantes de asilo también pudieran ser devueltos en la frontera en el futuro.
Estos rechazos de Alemania se han convertido en un tema controvertido en Polonia. Representantes del partido de la oposición conservadora de derechas PiS acusan al Gobierno proeuropeo de Donald Tusk de aceptar a un gran número de inmigrantes procedentes de Alemania. Los extremistas de derecha del "Movimiento para la Defensa de las Fronteras" han organizado grupos de vigilancia para patrullar la frontera. El PiS y el futuro presidente al que apoya, Karol Nawrocki, alaban estas acciones.
El portavoz del Gobierno, Szlapka, contradijo la afirmación de los políticos del PiS de que "hordas de inmigrantes" están cruzando la frontera. La situación está bajo control.
Desde el 8 de mayo, la policía federal ha llevado a cabo unas 1.300 devoluciones en la frontera terrestre germano-polaca, según el Ministerio del Interior. En uno de cada diez casos se presentó una solicitud de asilo.
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