La cosecha de flores de salvia está en pleno apogeo en la planta Bombastus de Freital, cerca de Dresde. Debería estar terminada en el transcurso del día. La premura de tiempo se debe sobre todo a las previsiones meteorológicas, explica Daniel Lehmann, jefe de campo de Bombastus. Esto se debe a que las flores no deben mojarse.
El centro de la producción de Bombastus
Bombastus-Werke cosechó salvia por primera vez hace 110 años.
En aquel entonces, se utilizaban inicialmente las hojas para la producción de té. En la actualidad, la empresa también procesa las raíces y las flores de las plantas, que se cultivan de forma perenne. El cultivo de la planta de salvia y su procesamiento constituyen el núcleo del fabricante de remedios naturales.
Para la recolección se utiliza una máquina con una tecnología especial de flujo de aire. Las flores son sopladas hasta la unidad de corte y, una vez cortadas, son transportadas con aire a través de un tubo grueso y transparente de unos cinco metros de longitud hasta el contenedor de recogida situado detrás del tractor. A continuación, las flores se trocean y se colocan en cubas de gres. Allí liberan sus principios activos durante varios meses. El extracto se utiliza para elaborar diversos productos.
Bombastus cultiva una superficie de unas 40 hectáreas en el campo. Se alternan cultivos de salvia y de capturas para regenerar el suelo. Este año, diez hectáreas están dedicadas a la salvia. Se ha sembrado salvia en 1,5 hectáreas. Media hectárea está destinada a la cosecha de flores y ocho hectáreas a la producción de té. La superficie restante se utilizará para cultivos intercalados.
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