La Policía Federal denegó el embarque para sus vacaciones a dos pasajeros ebrios en el aeropuerto de Leipzig/Halle. El jueves por la mañana, un hombre de 27 años estaba tan borracho poco antes de despegar hacia Mallorca que ya no reaccionaba, según la Policía Federal. El piloto abortó el procedimiento de despegue y los agentes sacaron al hombre del avión. Una prueba de alcoholemia reveló un nivel de alcohol en sangre de 1,7 por mil.
Un poco más tarde, un hombre de 45 años llamó la atención por su comportamiento inusual en la puerta de embarque. También en este caso, el piloto decidió sacarlo del vuelo. La policía federal detectó en el hombre una tasa de alcoholemia superior a tres por mil. A continuación, lo sacaron de la zona de seguridad.
En este contexto, la Policía Federal subrayó que todo el mundo puede esperar sus vacaciones y ponerse de buen humor con un poco de alcohol. "Pero una copa de más puede salir cara, porque la compañía aérea puede repercutir los costes del despegue cancelado. En cambio, la pérdida de las vacaciones no tiene precio"
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