En Sajonia, este año han sido menos los escolares que han logrado la soñada nota de 1,0. Según el Ministerio de Educación, el año pasado había 402 de estos graduados de nivel A, pero ahora hay 353. Entre ellos hay casi el doble de mujeres que de hombres. Fueron homenajeados en la iglesia Frauenkirche de Dresde por su sobresaliente graduación - incluso con una placa de honor hecha de porcelana de Meissen y un vale para libros.
"El Abitur es la máxima calificación en educación general. Alcanzar aquí el 1,0 es algo muy especial", explicó el ministro de Educación, Conrad Clemens (CDU). Los profesores también han desempeñado un papel importante en este éxito. Porque prepararon a los alumnos para los exámenes. "No sólo transmiten conocimientos, sino que también motivan y apoyan a los jóvenes para que desarrollen todo su potencial. Quiero darles las gracias por ello"
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