El primer ministro Michael Kretschmer (CDU) confía en que las plantas de VW en Zwickau y Chemnitz, en Sajonia, sigan funcionando. Kretschmer declaró a la revista "Auto Motor und Sport" que el consejero delegado de VW, Oliver Blume, el presidente del Consejo de Supervisión, Hans Dieter Pötsch, y su homólogo de Baja Sajonia, Olaf Lies (SPD), habían hecho las declaraciones y compromisos correspondientes.
"Tengo una idea clara de los problemas de VW. Pero también tengo la seguridad y plena confianza de que lo que hemos discutido es válido y de que Zwickau-Mosel y Chemnitz seguirán siendo importantes sedes de Volkswagen en las próximas décadas", subrayó Kretschmer.
Volkswagen fue la primera fábrica de Zwickau en cambiar completamente a la producción de coches eléctricos. Sin embargo, la demanda de vehículos eléctricos se está debilitando. La planta de motores de Chemnitz produce motores de combustión.
"Gran pérdida de confianza" entre los empleados
VW cuenta con un programa de seguridad laboral hasta 2030. En el pasado, el CEO del Grupo, Blume, había prometido en repetidas ocasiones ocuparse de Zwickau. Sin embargo, la planta tendrá que ceder modelos a otros centros de VW en un futuro próximo.
Kretschmer dijo que podía entender la incertidumbre entre los trabajadores. Tras el escepticismo inicial, los empleados habían mostrado un gran compromiso con el cambio a la electromovilidad. "Y ahora, por supuesto, están muy decepcionados porque sus esfuerzos no les han llevado a sentirse seguros durante la crisis. Eso ya es una gran pérdida de confianza", dijo Kretschmer.
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