Dos meses después del inicio de controles fronterizos más estrictos y del rechazo de solicitantes de asilo, el Sindicato Alemán de Policía (GdP) ha criticado el esfuerzo que supone por considerarlo cada vez más desproporcionado. "El número de solicitantes de asilo y protección que son rechazados es en realidad muy bajo, pero el esfuerzo para la policía federal es enorme", declaró Andreas Roßkopf, presidente del GdP para la Policía Federal y Aduanas, al diario Augsburger Allgemeine.
El sindicalista se quejó de que el número de 285 rechazos se compensa ahora con 2,8 millones de horas extraordinarias para la policía federal. "Esto supone una enorme carga para la motivación y la salud de los empleados", advirtió y pidió que se reduzca lo antes posible la intensidad de los controles fronterizos. "De lo contrario, la policía federal llegará a un punto en el que ya no podrá compensar la carga de trabajo en términos de personal"
El ministro federal del Interior, Alexander Dobrindt (CSU), había ordenado controles fronterizos más intensos poco después de que el nuevo Gobierno federal tomara posesión a principios de mayo. Al mismo tiempo, ordenó que los solicitantes de asilo también pudieran ser devueltos en la frontera a partir del 8 de mayo.
Según la Policía Federal, desde entonces se han registrado 7.960 entradas no autorizadas en las fronteras alemanas y 6.193 personas han sido directamente devueltas o deportadas a finales de junio. Entre ellas había 285 personas que habían solicitado asilo. En respuesta a las acciones de Alemania, Polonia lleva a cabo desde el lunes controles aleatorios de viajeros en su frontera con Alemania.
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Roßkopf admitió que el número de solicitudes de asilo había descendido desde que la policía federal empezó a devolver a la gente. "Pero, sobre todo, partimos de la base de que se burlan los controles y los contrabandistas utilizan nuevas rutas", dijo el sindicalista. "Sencillamente, no podemos llegar a vigilar todos los rincones de la frontera".
El GdP ya dio la voz de alarma en mayo y declaró que los controles reforzados y los rechazos en la frontera no podrían mantenerse durante mucho tiempo en términos de personal. Sin embargo, el Ministerio Federal del Interior había dejado claro entonces que no se esperaba que volvieran a reducirse pronto.
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