Niclas Müller y Adrian Kireski convirtieron al 1. FC Lok Leipzig en campeón de la Copa de Sajonia por tercera vez y arruinaron por completo la temporada del FC Erzgebirge Aue. Ante 12.154 espectadores en el Estadio Bruno Plache, con entradas agotadas, los dos jugadores fueron los protagonistas decisivos en la tanda de penaltis. Tras 120 minutos sin goles, el Lok se impuso por 6-5 en la espectacular decisión desde el punto fatídico y ganó más confianza de cara al play-off de descenso a tercera división que disputará la próxima semana contra el TSV Havelse.
En un partido intenso pero sin grandes alardes, ambos equipos se neutralizaron mutuamente en el centro del campo. Estaba claro que nadie quería quedarse atrás. En consecuencia, había poco que reconocer ofensivamente. Ambos equipos dispusieron de una buena ocasión cada uno antes del descanso. Sean Seitz (31) no llegó por poco tras un error defensivo de Lok y un buen pase de Omar Sijaric. En el otro extremo, un remate en el último minuto de Djamal Ziane (33) fue bloqueado.
El Lok, en la semana de la decisión con los tres partidos finales, demostró por qué había celebrado el campeonato en la Regionalliga Nordost. A pesar de la ausencia de cinco jugadores, aguantaron el tipo ante el equipo de tercera división, aunque al Leipzig también le faltó creatividad.
Más ocasiones para el Lok tras el descanso
39 segundos después del descanso, Mingi Kang puso a prueba por primera vez al portero del Aue, Martin Männel, con un disparo lejano, demostrando que el Lok ahora está dispuesto a más en ataque. Ziane volvió a tener una doble ocasión en el minuto 63, pero la desaprovechó. El Aue controló el partido a partir del minuto 50, pero se notó claramente la ausencia de casi todos los jugadores de ataque, como en la fase final de la temporada de tercera división. Cuando lo hacían, los de Erzgebirge sólo creaban peligro a balón parado. En el minuto 67, Niclas Müller, guardameta del Lok, salvó con un fuerte reflejo tras un saque de esquina y posterior cabezazo de Niko Vukancic. Linus Rosenlöcher (85) intentó un disparo lejano para el Aue, pero tampoco pudo evitar la prórroga.
Más prórroga ofensiva, pero sólo la tanda de penaltis decide
Ambos equipos arriesgaron más en ésta. Dio la sensación de que ya en la primera parte hubo más rifirrafes en boca de gol que en todo el tiempo reglamentario. Sin embargo, seguían faltando ocasiones claras de gol. Esto no cambió hasta el minuto 120, por lo que tuvo que decidirse la tanda de penaltis. El guardameta Müller y Kireski se convirtieron en los héroes. El portero detuvo el sexto intento de Auer de Tim Hoffmann y Kireski hundió el último disparo para asegurar una jubilosa victoria en la Copa.
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